- Empapa el área de la mancha con el vinagre blanco.
- Espolvorea la sal sobre el área hasta cubrirla en su totalidad y frótala sobre la mancha delicadamente.
- Si el día está soleado, saca la camisa al sol hasta que el vinagre y la sal se hayan secado por completo.
- Lava la pieza como de costumbre.